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Resulta increíble la temeridad con que se ha puesto en marcha todo este proceso si se tienen en cuenta las fragilidades que comparten España y Cataluña.

El Estado Central ha puesto de manifiesto en los últimos diez años su poca altura de miras. La permanente difícil aritmética de los votos parlamentarios, ha servido a los nacionalismos como muleta ciega con la que apaciguar sus deseos infinitos hacia la independencia. Vascos y catalanes saben muy bien a lo que me refiero.

La aprobación de las cuentas del 2018, han quedado aparcadas porque el Partido Nacionalista Vasco, con la excusa del problema catalán, quiere hacerse querer un poco más por el Gobierno. ¿Hasta dónde? Hasta el infinito y más allá.

El alto grado de interconexión entre los territorios hace que un supuesto paso independentista tendría un impacto brutal sobre el paro, la deuda pública y privada, la vivienda, las pensiones, la pobreza, las empresas, la inversión extranjera o las ventas al resto de España.

La Deuda. Si se considera la deuda pública y privada, España y (Cataluña igualmente por la parte que le corresponde) es el segundo de los grandes países desarrollados más endeudados del mundo. La deuda total supera el 300% del PIB. Si Cataluña dice adiós, ¿cómo, quién y cuándo se pagaría esta factura? ¿De aquí viene lo del referéndum acordado?, ¡qué gracia¡

El Paro. El paro en España alcanza el 17,8 % y en Cataluña el 13,2 %. Hay quien se cree que una Cataluña independiente (el día 2, es el día D) solucionaría los problemas de esos 200.000 trabajadores. ¿De aquí viene lo del referéndum acordado?, ¡qué gracia¡

Las Pensiones. Los nacionalistas no se ponen de acuerdo. Unos dicen que la solución en una Cataluña independiente sería inmediata. Otros, que no habría que preocuparse porque “las pensiones están contraídas con el Estado español que es quien ha recibido las contribuciones durante muchos años y las debe pagar”. El sistema español de pensiones, como el de otros países democráticos europeos es el de reparto. Las pensiones no las paga el Estado. Las pensiones de hoy las pagan los que trabajan y cotizan hoy. Si mañana un territorio se declara independiente, sus pensionistas dependerán de los ingresos de los cotizantes. Y aquí vienen todos los interrogantes que uno se quiera imaginar. ¿Las pensiones de los pensionistas catalanes se pagarán sólo con lo que se recaude en Catalunya o con lo cotizado por los trabajadores de toda España? ¿Catalunya seguirá aportando a la caja común? ¿Qué ocurre con la infinidad de situaciones distintas de personas que han cotizado una parte de su vida en un territorio y otra en otro? ¿Qué ocurre cuando un cotizante en Catalunya se vuelve a su comunidad de origen? ¿De aquí viene lo del referéndum acordado?, ¡qué gracia¡

El expolio fiscal. Josep Borrell, exministro socialista y expresidente del Parlamento Europeo y el ingeniero Joan Llorach, han demostrado tras un análisis riguroso, que muy lejos de los 16.000 millones de euros que sostienen los nacionalistas que es el actual déficit fiscal, la realidad estaría más cerca de 3.228 millones. Aun siendo verdad esta cifra, ¿Dónde está la supuesta generosidad entre los territorios del País? ¿De aquí viene lo del referéndum acordado?, ¡qué gracia¡

Riesgo para las inversiones extranjeras. Existen muchos indicios que reflejan que ya se ha producido una cierta moderación de las inversiones extranjeras en Cataluña en el último año. También han aparecido aspectos preocupantes como la exigencia de cláusulas de cancelación de inversiones en caso de secesión. ¿De aquí viene lo del referéndum acordado?, ¡qué gracia¡

Las ventas al resto de España, que ascienden a unos 44.000 millones de euros frente a unas exportaciones a la UE de 37.000 millones y 22.000 millones al resto del mundo, según la Societat Civil Catalana, seguramente sufrirían de una manera más intensa ante una eventual secesión por el lógico impacto de la imposición de aranceles por mínimos que fueran. Un informe de Exteriores estima una caída de ventas del 50% y apunta que los costes asociados al “efecto frontera” y aranceles supondrían un aumento de los precios en un 44%. ¿De aquí viene lo del referéndum acordado?, ¡qué gracia¡

Bancos, Banco de España y euro. El Banco de España ha alertado de los riesgos de corralito en Cataluña en caso de secesión. Las patronales bancarias y de las cajas advirtieron de que Cataluña “afrontaría graves riesgos de inseguridad jurídica” y amenazaron con “reconsiderar su estrategia de implantación”. No hace falta insistir en las consecuencias de la salida de Cataluña de Europa y del euro que ya han puesto de relieve reiteradamente los líderes europeos y responsables de la Comisión Europea.

¿De aquí viene lo del referéndum acordado?, ¡qué gracia¡

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